Recomendaciones sobe riego en la plantación de Nogales
Análisis de agua previo
Es conveniente disponer de un análisis del agua que se vaya a utilizar para regar. La calidad del agua es un importante factor a considerar a la hora de decidir como aportarla, sistema de riego, y en qué cantidad, dosis de riego.
Aporte hídrico
El cultivo del nogal es de regadío, por tanto el aporte hídrico nos va a marcar el diseño de la plantación de nogales, se tratara de ir a marcos de plantación más estrechos o más anchos, por ello podemos hablar de plantaciones superintensivas, intensivas y extensivas.
El 70% de estas necesidades se producen en verano. Nuestro asesoramiento técnico basado en los distintos factores de cada explotación agrícola(dotación de agua, pluviometría, tipo de terreno, etc…) le recomendaran un tipo u otro de plantación.
Inicio de riego en brotación
El riego debe iniciarse antes de la brotación, si en esa época no se han producido lluvias, tendremos que proceder a una aportación hídrica de unos 300 m3/ha.
Posteriormente las necesidades dependerán de la evapotranspiración de cada zona (ETo), dato que puede obtenerse diariamente de las estaciones meteorológicas instaladas en las distintas comunidades autónomas para aportar información aplicable a la agricultura, de la lluvia (P) y de los coeficientes de cultivo del nogal para cada época. Un cálculo básico de las necesidades hídricas se efectuará con la siguiente fórmula:
Cálculo básico necesidades hídricas
Sistemas de riego adecuado
Cualquier sistema de riego es adecuado para el nogal aunque para ser eficiente deberá ajustarse además de a las necesidades del cultivo a las características del suelo.
Riego por inundación
Riego localizado
Los riegos localizados suponen un gasto de agua menor por ser más eficientes (aspersión Ef=0,85 y goteo Ef=0,9). Sin embargo el diseño de la instalación, con una buena disposición de los emisores, debe garantizar el aporte hídrico necesario y la homogeneidad en la distribución del agua. A modo orientativo, el volumen de suelo que se debe mojar en un riego localizado debe ser un mínimo del 30% de la superficie de proyección de la copa del árbol, lo que varía con la edad. Esto supone que el número de emisores irá aumentando y también su posición en relación al árbol, se irán separando del tronco. En el momento del diseño del riego se deberán considerar los caudales necesarios para la fase adulta.
La aportación de agua
La aportación del agua dependerá de las necesidades calculadas pero a la hora de aportarla al suelo se deberá tener muy presente el tipo de suelo para saber qué profundidad alcanza el agua en un determinado tiempo, lo que marcará el espaciamiento de los aportes. Los suelos arenosos drenan muy rápidamente por lo tanto los riegos deberán ser cortos y frecuentes en cambio en un suelo arcilloso largos y espaciados. La profundidad alcanzada por el agua en cada riego debe ser de 60- 80 cm mínimo en la fase adulta.